Una ola de color, alegría y solidaridad llegó al Hospital Pediátrico Humberto Notti gracias a un grupo de decoradoras voluntarias que, por primera vez, se unieron para transformar el espacio hospitalario en un mundo de fantasía inspirado en superhéroes.
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La iniciativa, liderada por Laura, una trabajadora del Hospital Lagomaggiore, nació como un gesto de amor y empatía hacia los niños internados. Inspirada en una movida similar realizada en el Hospital Rawson de San Juan, Laura organizó un grupo de decoradoras mendocinas bajo el lema de regalar sonrisas sin fines de lucro.
"Somos veinticuatro decoradoras que decidimos aportar nuestro trabajo, nuestro tiempo y nuestras ideas para alegrar a los chicos del Notti", explicó Laura. “Esto se viralizó mucho, y empezamos a recibir mensajes, incluso del mismo hospital, pidiéndonos decoración para ciertos pacientes. Un globo, un color, puede cambiar el ánimo de un niño que está atravesando un tratamiento difícil”.
Con temática de superhéroes, la decoración no solo busca animar a los pequeños pacientes, sino también homenajear al personal de salud que diariamente enfrenta desafíos con una fuerza digna de los personajes que ahora decoran los pasillos.
“Mañana vamos a decorar el Carrillo, y soñamos con que esta idea se replique en todos los hospitales con áreas pediátricas. Que se sumen más decoradoras, más manos solidarias. Esto es solo el comienzo”, agregó Laura.
La comunidad ha recibido con entusiasmo esta propuesta, y el hospital abrió sus puertas desde el primer momento para permitir que la magia ocurra. Esta intervención artística y afectiva busca ser un gesto concreto que alivie el peso de la hospitalización, especialmente en la infancia, y transforme los pasillos en espacios de esperanza.
La movida no solo une a emprendedoras y decoradoras, sino que también fortalece el vínculo entre comunidad y salud pública, demostrando que con creatividad, voluntad y empatía, es posible generar cambios positivos incluso en los contextos más difíciles.
