En una noche que quedará grabada en la memoria del fútbol mendocino, Independiente Rivadavia dio el golpe y se metió en la final de la Copa Argentina tras vencer a River Plate por penales. El duelo, disputado en Córdoba bajo un diluvio interminable, terminó sin goles en los 90 minutos y se definió desde los doce pasos cerca de la 1 de la madrugada.
El Millonario dominó el primer tiempo, generando las chances más claras, pero la Lepra resistió con inteligencia y apostó al contragolpe. Sebastián Villa fue clave en ese planteo, ganando metros y pelotas en velocidad.
Con el correr del partido, el campo de juego se volvió un pantano. La lluvia emparejó las condiciones y el Azul del Parque empezó a crecer en el mediocampo. El segundo tiempo fue trabado, sin juego fluido, y aunque River siguió intentando, Independiente se mantuvo firme.
En la tanda de penales, Centurión atajó el primero y Villa convirtió el último, desatando la locura de los miles de hinchas leprosos que viajaron hasta Córdoba.
Ahora, Independiente Rivadavia enfrentará a Argentinos Juniors en la gran final. Si gana, no solo levantará su primer título nacional, sino que además se clasificará por primera vez a la Copa Libertadores 2026.

