Después de décadas como parte del paisaje mendocino, el tradicional monumento del ñandú ubicado junto a la Ruta Nacional 7 en Beltrán fue restaurado y recuperó su color original. La iniciativa fue impulsada por el Rotary Club San Martín, en conjunto con Lichi Carrasco, que llevó adelante tareas de puesta en valor para preservar este ícono local.
Foto gentileza: Rotary Club San MartínLa figura de cemento, que durante más de 30 años acompañó a generaciones de viajeros y vecinos, vuelve a destacarse como símbolo de identidad regional. Su presencia evoca recuerdos de infancia para muchos mendocinos que solían señalarlo desde el auto al pasar por la zona.
Desde la organización destacaron que el proyecto busca fortalecer el vínculo con la comunidad, rescatando elementos que forman parte de la memoria colectiva. El monumento ya puede visitarse y se invita a quienes se acerquen a compartir sus fotos en redes sociales.


